Britz es una parte de Berlín que parece un pequeño pueblo con casas pequeñas y un castillo. En los jardines de este castillo (que ahora es un restaurante) se encontraba el mercadillo medieval.
A pesar de valer 3 euros la entrada, mereció la pena ver lo caras que se pueden vender las cosas haciendo creer que son “medievales”. El mercado era algo pequeño y más bien un lugar de encuentro para gente a la que le gustaría vivir hace unos cuantos siglos o que simplemente le gusta disfrazarse.
Tras la actuación ya no había mucho más que ver así que rumbo a otro lado que era pronto…
¡Esto es todo!
De momento…
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