El sábado por la noche decidí que, como todo el resto de la juventud, quería ir al famoso carnaval de Colonia. Carnaval tan o incluso más famoso como/que (no se que palabra va ahí) el de Río o el de Ciudad Rodrigo.
Desde Berlín son cuatro horas en tren ICE (mis compañeros de piso comprobaron el día antes en sus propios cuerpos que en el regional son 11 horas) directo al centro de la ciudad. Según se sale de la estación se yergue (está bien conjugado, lo he tenido que buscar) una enorme catedral que alberga los huesos de los tres Reyes Magos.
El carnaval es 24 horas, todo el mundo disfrazado, música y charangas por todas partes y, poco después de llegar yo, había una cabalgata. 48 Colegios en procesión y después 52 asociaciones. Con bandas, carrozas y mucha mucha gente tirando golosinas y mucho más. Mucho más va desde pañuelos para los mocos, rosas, cuadernos, tabletas de chocolate, bolsas de patatas, plátanos, lechugas a patitos de goma. De todo.
¡Esto es todo!
De momento…
Como mola colonia, jajaj
ResponderEliminarEspero que encontraras nuestro banco...