Yo aproveché para descansar y para cargar mi cuerpo de energía solar cual placa solar.
Por la tarde fuimos a las ferias. Como en Berlín hay zonas, pueblos, barrios y todo tipo de divisiones geográficas tanto aparentes como reales, siempre hay alguna fiesta. En este caso la de mi barrio: eran las fiestas Germano-Americanas.
Dos euros de entrada paro a cambio cuatro cupones de cincuenta céntimos cada uno para descontar en los puestos y atracciones.
Tras descubrir en las ferias de Aschaffenburg la diversión que ofrecen las carreras de camellos jugué dos veces. Cuál fue mi sorpresa en ambas al ganar. La primera vez seis y la segunda cuatro puntos. Eso suma un gran-punto con el que podía elegir uno de los peluches enormes.
Este es el resultado:
¡Esto es todo!
De momento...
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