Como graduarse no basta como evento para un día, lo mejor es comprarse después un ordenador.
Un ordenador que sustituya al difunto ordenador anterior. Que me había acompañado durante toda la carrera pero poco antes de acabarla ha decidido abandonarme.
Decidió no volverse a encender, en las tiendas especializadas me dijeron que contara con 700 euros para volver a ver la pantalla encendida. Más de lo que valdría un ordenador nuevo con las mismas prestaciones.
En internet encontré la posible manera de volver a verlo encendido y en funcionamiento. La solución era dejarlo “encendido” bajo la almohada hasta que se asfixiara y se apagara solo de sobrecalentamiento. Una idea loca de algún loco que había decidido compartir su experiencia en video con el resto del mundo.
Funcionó, se encendió temporalmente y aproveché para sacar toda la información y datos que aún contenía.
Ahora, estos datos se encuentran en mi nuevo ordenador, como se dice: un pepinazo. Intel Core i7 a 1,6 GH, Windows 7, puertos USB 3.0, tecnología Multi-Touch y todo el tuning que posteriormente le ha hecho mi hermano.
Así que a partir de ahora el blog continua, más y mejor…
¡Esto es todo!
De momento...
6.6.10
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