18.6.10

Tempelhof

Hoy ha sido el último día de la primera semana del curso de informática. Como habíamos terminado con el temario de esa semana, el profesor nos ha repartido el primer de los tres trabajos que tenemos que entregar.
Yo, que soy muy trabajador, me he puesto manos a la obra enseguida y tras dos y media de las cuatro horas que teníamos. he terminado. Me ha quedado estupendo y listo para entregar electrónicamente. Así que lo he entregado y el profesor me ha dejado irme.

Irme nada menos que al antiguo aeropuerto, ahora parque, Tempelhof. Ahí estaba invitado al cumpleaños de un amigo de una amiga; así es como funcionan estas cosas: hay que conocer a gente que conozca.

Hicimos barbacoa y estuvimos volando una cometa y luego cogí la bici…

Unas amigas habían venido con sus bicis y yo recuerdo que hace más de una década había aprendido a montar en bici en el patio de mi antigua casa. La teoría dice que eso no se olvida. Yo fui a comprobarlo.

Por supuesto no había mejor localización para el experimento que la pista de aterrizaje. Si podía aterrizar un avión, yo podía montar en bici.

Así fue, tras algún tambaleo al principio y algo de inseguridad (porque lo de los frenos sigue siendo un lio porque les falta ABS) fui capaz de darme unas vueltas por la pista. Casi casi despego pero creo que me faltaba velocidad. A lo mejor la próxima vez.


¡Esto es todo!

De momento...

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