Llaves

El miércoles llegué a casa después de una clase muy divertida de Jazzdance-Streetdance y según abro la puerta me dice mi compañero D.Ch. que nos vamos a una Hot Pot Party en el edificio de al lado.

¿Qué es una Hot Pot Party? Pues eso mismo me pregunté yo. Resulta que es una fiesta china donde el o la anfitriona cocina en una sartén muy grande, el pot, para todos. Así que llegué a un piso lleno de asiáticos y algún que otro europeo, un africano, y algún americano. Todos comiendo del pot ese que consistía en bolitas de carne picada, huesos, algo como tomate pero amarillo, y algo como lechuga pero más fuerte.

Lo probé y la verdad es que no estaba malo, eso sí picaba un poco. Pero ya me explicó mi compañero de piso que en la región de China donde vivía la anfitriona se come muy picante. También había para picar algo que parecían rodajas de patata crudas pero que sabían a piña salada, solo me gustaron con moderación. Así que comí típico chino, muy bueno pero no para todos los días.

Luego me volví a mi cuarto y al rato vino D.Ch. a llamar a mi puerta con la llave de su cuarto de la mano. Pero no toda la llave. La punta, los últimos 5 milímetros, los tenía de la otra mano. Que resulta que según había ido a meter la llave en la cerradura se había partido en dos. El pobre se tenía un disgusto muy grande.

Así que le dije que no pasaba nada, que no se preocupara y que ya mañana fuera donde el encargado y que seguro que le daban otra. Y como el pobre en algún lado tenía que dormir, le saqué el colchón que tengo extra para invitados y le presté una almohada y una mantita y aquí lo tuve roncando en el suelo de mi cuarto. Pobrecito.

Esta mañana lo he despertado a las siete, que no está acostumbrado, porque me tenía que ir a clase y ya ha ido el a por otra llave y se la han dado sin problemas. Ya esta noche a ver si puedo dormir tranquilo.

¡Esto es todo!

De momento…