Comienza diciembre...

Guau, ya diciembre, que inesperado ¿no?; siempre me gusta que aparezca una nueva pestaña en la navegación de la derecha.

Parece mentira, hace cuatro días que he venido y ya en nada son vacaciones de navidad. Como pasa el tiempo. Hoy cuando llegue a casa decoraré un poco la habitación y colgaré mi calendario de adviento, comienza la marcha atrás.

Esta mañana he tenido turco y, a parte de poner la fecha para el examen del primer semestre, la profesora ha decidido que el último día de clase de este año (normal, no escolar) traigamos algo para comer y para beber y desayunemos todos juntos en clase y hablemos en turco. La idea me parece estupenda y creo que debería ser trasladada a todos los días y a todas las asignaturas. El rendimiento se incrementa exponencialmente tras un buen desayuno. A ver si alguien se anima a traer unas naranjas y hacernos unos zumitos a todos.

Voy a contar un poco del comedor: en el comedor se come muy bien y por aproximadamente 2 o 3 euros. Sólo si se trae uno la bebida de su casa porque, en caso contrario, abusan de una necesidad primaria del ser humano para cobrar 1 euro por medio litro de agua o 1,30 por un refresco de Sinalco (la marca alemana de bebidas gaseosas) que como su propio nombre indica, le falta algo; es una vergüenza.

Se come muy bien pero hoy me he equivocado. Se come muy bien si aciertas con el plato y lees en que consiste, no si eliges a dedo como yo hoy. He elegido a dedo una cosa que parecía como un bollo crudo, suponiendo (iluso de mi) que estaría relleno de queso, carne, jamón o algo semejante. Pues no. Me dice la señora cocinera amablemente: “¿Con la vainilla caliente o fría?”. Y yo pensando que a saber qué he pedido. Pues para comer, lo que se dice comer, no era. Era un bollo poco hecho relleno de mermelada de cerezas al que la amable cocinera le ha echado vainilla por encima. Así que comer, no he comido, pero he quedado lleno llenísimo.

Ah, y hoy a una pobre chica se le ha caído la bandeja cuando la iba a poner en el recoge-bandejas. Un estruendo terrible. Todo el comedor se ha reído de ella a carcajadas. Espero que nunca me pase.

¡Esto es todo!

De momento…