Inundación y polvorones

A quien le parezca demasiado para leer, propongo un párrafo si y uno no. Dos si uno no. Dos no uno si. Tirar una moneda en cada párrafo y leer solo cuando salga cara. O leer en pequeñas dosis. A gusto del lector.




Primero, espero que todos tuvierais un estupenda noche de los muertos vivientes, yo no me encontré a ninguno. Es domingo 1 de noviembre, nuevo mes y nuevo apartado en mi blog (lo de la derecha con menús desplegables).



El viernes transcurrió muy tranquilito: clase de 8 a 10 y luego lavar la ropa y poner la secadora (aquí un proceso de aproximadamente 2 horas 30 minutos porque la secadora todavía tiene inseguridades). Después comer tranquilamente y de tiendas.



Ir de tiendas, pues fue relativamente provechoso. Primero fui a la filatelia de Steglitz (creo que no lo he mencionado todavía: es un trozo de Berlín podríamos decir, pero ya lo explico otro día) y estaba muy desordenada y el hombre que trabajaba ahí estaba con unos amigos tomando el te o algo, así que tampoco causó muy buena impresión. Luego entré a uno de los tres centros comerciales que hay en la zona y compré una funda para mi “tarjeta” del bus y unos separadores para el archivador (muy interesante esto último).



Luego baje al centro con I. una compañera de la residencia para conocer un poco la zona de Kufürstendamm. La calle tiene muchas tiendas y según vas avanzando se van haciendo cada vez más caras podría decirse que en proporción a su cercanía a la zona de las embajadas. Luego cambiamos de calle y llegamos a la calle de Kant (el famoso filósofo que entra para selectividad) donde se encuentra la TIENDA ESPAÑOLA. Con todo lo que necesitas como español a precio de: por traértelo te cobro el doble y tú lo pagas por no habértelo traído de tu casita. Productos que se pueden encontrar: jamón, queso, membrillo, Nocilla, colorante de paella, galletas María, flan, Kas, polvorones, turrón, etc. Todo lo que no necesitas pero cuando ves dices: pues hombre unos polvorones si que me apetecen. Quien dice polvorones dice un poco de cecina, o una paella de marisco. Muy interesante la tienda.



Y luego vi otra tienda de sellos al lado y desde fuera no inspiraba mucha confianza, parecía algo así como una casa ocupa llena de cajas y cables colgando del techo. Cuando intentaba entrar (difícil porque estaba candada la puerta) un amable señor que había dentro me dijo que hoy no me podía atender. ¿Por qué? Pensé yo y respondió el. Pues porque se había inundado la tienda, que probablemente para el negocio filatélico es lo peor que te puede pasar, bueno no, un incendio sería peor.



Así que relativamente productiva la tarde, procedimos a regresar a la residencia. Posteriormente me llamaron para ir a una fiesta, no estaba muy claro qué ni cómo ni dónde. Así que quedé con una de las españolas L. de la uni y un amigo suyo francés para ir a esa fiesta a la que estaba invitada L. Resultó ser una fiesta de veterinaria en casa de dos estudiantes de veterinaria. La casa absolutamente decoradísima, muchísima gente, todos veterinarios, y un montón de comida. Así que me pase media noche en la cocina comiendo patatas y llamémoslos palitos salados y hablando con veterinarios. Muy interesante ese mundillo pero no para mi.



Ayer sábado por la mañana he estado pre-durmiendo para el resto de la semana y luego han venido mis tíos y primos de visita y hemos estado viendo el centro, principalmente recorridos 100 y 200 del bus con que dejas vista la mayor parte de la ciudad. Luego hemos ido al KaDeWe (la tienda más grande de Berlín) y luego a cenar al italiano un Carpaccio estupendo y una pizza magnifica. Y para casa que hoy había que levantarse temprano. Diréis que he escrito mucho para la hora que es, pero siento deciros que había partes escritas ya de días anteriores.



Así que procedo a desayunar con la familia y después nos dirigimos a Bablelsberg que es la zona de Berlín donde se graban muchas cosas para la televisión. ¡A ver si me hago FAMOSO!



¡Esto es todo!



De momento…